Esta casa rural única y completamente autosuficiente se encuentra a solo unos minutos del encantador pueblo de Santa Gertrudis. Es una casa para vivirla, para experimentarla; las sensaciones aquí son muy diferentes a las de una casa convencional, y es difícil describirlo con palabras... es una casa para sentirla y disfrutarla, sabiendo también que contribuimos significativamente a la conservación, más que nunca necesaria, de nuestro planeta.

Además de su belleza estética y armoniosa, integrada en el campo ibicenco, lo más notorio de este lugar es el privilegio de ser una casa cero emisiones, certificada con la máxima categoría Passivhaus, que es Premium, lo que significa que es una de las viviendas más eficientes del mundo.

Construida en 2016, tiene el honor de ser la quinta casa pasiva del mundo en obtener esta prestigiosa certificación. Completamente desconectada de la red eléctrica y de agua, cuenta con una instalación fotovoltaica de primera clase que la hace autosuficiente (siempre que se cumplan los parámetros y el consumo para los que está diseñada) y un pozo de agua, que permite vivir sin pagar facturas de agua ni electricidad.

Construida con materiales 100% saludables y sostenibles, que incluyen tanto los materiales de construcción de la casa como todo el equipamiento interior y mobiliario, incluyendo pintura, cableado, suelos… todo en esta casa respira salud, bienestar y sostenibilidad.

El sistema de ventilación típico de las casas pasivas garantiza un aire puro, limpio y sin humedad, que nos oxigena día y noche, e incluso nos ayuda a dormir mejor. El sistema de recogida de agua de lluvia y el sistema de reciclaje de aguas grises para el riego de árboles frutales, junto con un pozo perforado con caudal profesional y un sofisticado sistema de descalcificación y ozonización, proporcionan agua de primera calidad para el consumo.

Con 210 m² construidos más 110 m² de terraza apergolada, se distribuye en un amplio salón-comedor diáfano que comparte espacio con una maravillosa y espaciosa cocina con isla y vistas al campo, totalmente equipada. También cuenta con una gran terraza apergolada amueblada, que se puede disfrutar todo el año, con toldos eléctricos para protegerse del sol.

En el exterior, los 15.000m² de terreno vallado fluyen a través de las antiguas terrazas de piedra impecablemente restauradas, incluyendo un proyecto agrícola con numerosos aguacates, cítricos y árboles frutales de todo tipo, un gran huerto orgánico con riego automático y un estanque de riego que también funciona como piscina natural, con un sistema de plantas acuáticas para su limpieza.
Las gallinas autóctonas campan a sus anchas en un espacio acondicionado para su comodidad, que incluye un gallinero de madera de diseño, acorde con las líneas y materiales de la casa.
En la parte superior del terreno, nos espera un parque infantil de madera de ensueño, así como un completo gimnasio al aire libre. Finalmente, cuenta con dos amplias salas técnicas que albergan la instalación fotovoltaica, el sistema de riego automático, el sistema de ozono y descalcificación de agua, y un trastero para herramientas y bicicletas.

Más que un hogar, es una forma de vida y una forma de estar en el mundo.